Alba Montero, la capitana que marcó un precedente en el Ejército y que forjó un hogar de amor y disciplina

Alba María Altagracia Montero Rojas pasó 46 días luchando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Ney Arias Lora, perdiendo la batalla este sábado y convirtiéndose en la víctima 236 de la tragedia del Jet Set.


Fue la sexta víctima de su familia.

Alba, de 34 años, acudió esa noche de lunes en compañía de su esposo el capitán Randy Montero Rodríguez Cepeda; su suegra Zoneida Altagracia Cepeda Hernández; su cuñado Anneurys Alexander Viñas Rodríguez; la tía de su esposo, Licelot Elizabeth Cepeda Hernández y una hija de esta, Génesis Lizbeth León Cepeda, quienes también vieron la luz de su vida apagarse con el derrumbe del techo.

La joven era capitana del Ejército de la República Dominicana y deja tres niñas en la orfandad.

En su carrera militar se destacó por ser la primera mujer del Ejército encargada de un recinto penitenciario cuando tenía 29 años y era primer teniente del cuerpo castrense, misión que encaró con orgullo y responsabilidad, comprometida con un cambio de las internas.

“El día a día mío aquí es que los internos y las internas tengan una mejor vida y que no vuelvan a reincidir en los mismo delitos que cometieron. Me hace sentir muy bien ser la primera femenina que le dan un puesto de dicha magnitud, ha sido un honor y un privilegio para mí que el alto mando me haya tomado en cuenta”, expresó en un video publicado por el Ejercito dominicano en marzo de 2019, cuando fue designada en el Centro Penitenciario de Salcedo.

Licenciada en Ciencias Militares con el grado de segundo teniente en la Academia Militar Batalla de la Carreras del Ejército de República Dominicana y una carrera que se extendió por 15 años, Alba vio en la milicia una forma de superación y abrirse puertas, pues era de un pueblo de La Vega.

“Ingresé a la Academia en busca de una superación y una mejor vida, ya que vengo de un campo, mi carrera ha sido bien interesante gracias a Dios”, eran las palabras con las que se expresaba en el referido audiovisual.

Una trayectoria intachable, una mujer disciplinada y un ejemplo de superación, eran algunos de los calificativos que la adornaban y con los que el Ejército la describió al hacer efectiva su designación mediante el orden general No. 60-2018, de fecha 31 de diciembre de 2018.